jueves, 22 de octubre de 2009

¡Vamos a la iglesia!


Un mito que me gustaría alumbrar, es el mal entendimiento de muchos cristianos de lo que es la iglesia; a pesar de que este mal uso de la palabra iglesia parece muy inofensiva, en realidad, hoy es un grave error que impide a muchos entender la realidad y moverse en libertad.

¿A que me refiero?

Muchas veces escuchamos decir:

¡Vamos a la iglesia!, Los domingos voy a las iglesia a las 11 AM; Se me quedó el celular en la iglesia, La iglesia necesita pintura, etc, etc.

Hermanos y hermanas; la iglesia no es un lugar, la iglesia no es un edificio, la iglesia no es un templo con un nombre particular en la entrada (Iglesia de bla bla bla), la iglesia no es un rito religioso, la iglesia no es una empresa, la iglesia no es una organización humana, etc, etc.
La iglesia es el cuerpo de Cristo; ¡¡¡ si hermanos !!!, la iglesia es un cuerpo y no una organización humana con dirección de hombres. Si tú lo que has visitado cada domingo o sábado, o el día que sea, llamas iglesia a ese lugar; de verdad ese lugar no es la iglesia; la verdadera iglesia es un cuerpo humano y divino de Jesucristo; no se rige por determinaciones de la carne; sino que lo dirige su cabeza que es Cristo mismo. La iglesia no está un un lugar especifico, sino que está donde haya algún miembro que sea obediente a la cabeza, que es Cristo. La iglesia eres tú si has nacido de nuevo y en ti habita el Espíritu Santo; no es iglesia lo que hoy el mundo llama iglesia; sino que es iglesia lo que el Señor llama su iglesia; es decir, sus discípulos unidos a la cabeza (y por supuesto entre ellos).
¡Dios no habita en templos hechos por hombres, Dios habita en los corazones de los que lo reciben!

Si tú tienes a Cristo en tu corazón, por medio de la fe; tú eres parte de la iglesia; y no necesitas un templo para tener comunión con EL, sólo escucha su voz dentro de ti, y en los hermanos que también lo tienen; eso es iglesia. Todos unidos en un mismos Espíritu y en amor; por medio de la fe en la verdad.

domingo, 18 de octubre de 2009

¿Qué es la verdad?


Esta es una pregunta que muchos pueden formular, pero no son muchos los que están dispuestos a escuchar la respuesta, es decir, la verdad. Cualquiera puede formular esta pregunta: ¿Qué es la verdad?; pero se requiere valentía para escuchar la respuesta. ¿Y por que? Porque de seguro el conocer la verdad, descubrirá muchas cosas falsas que sostenemos como verdades; y falsamente pensamos que con ello (conociendo la verdad) obtendremos pérdida. Pero todo aquel que es de la verdad, sinceramente, busca la verdad. Este es el caso que ocurrió con Poncio Pilatos, cuando juzgó a Jesús de Nazaret; él no quizo escuchar la verdad por temor a ser descubierto por la verdad; veamos el texto Bíblico:

Le dijo entonces Pilato: ¿Luego, eres tú rey? Respondió Jesús: Tú dices que yo soy rey. Yo para esto he nacido, y para esto he venido al mundo, para dar testimonio a la verdad. Todo aquel que es de la verdad, oye mi voz. Le dijo Pilato: ¿Qué es la verdad? Y cuando hubo dicho esto, salió otra vez a los judíos, y les dijo: Yo no hallo en él ningún delito. (Juan 18:37-38)

Acá vemos claramente que Pilatos formuló la pregunta, pero no quiso escuchar la respuesta; prefirió seguir en su "convencimiento personal", antes que conocer la verdad. Hoy es lo mismo, muchos no están dispuestos a escuchar la verdad, prefieren huir, antes de escuchar la verdad. Sólo aquellos que son de la verdad, están dispuestos a escuchar la verdad; pero no aquellos que por miedo y temor a ser descubiertos, huyen de ella.

Uno de los mitos que debemos destruir, es pensar que todas las personas buscan sinceramente la verdad; pueden preguntar por ella; pero en el momento que ven que la verdad dejará desnudos sus "convencimientos y razonamientos personales", muchos vuelven atrás y prefieren no escuchar, por miedo a ser descubiertos y ver su realidad, que la verdad les alumbra.

¿Y tú está dispuesto a seguir la Verdad?

¿No sabes que para seguir la Verdad, es necesario desechar todo lo que no proceda de la Verdad?